La expresión
"consultar con la almohada", es aprovechar el tiempo de descanso
nocturno, para adoptar la decisión, más adecuada. Nadie sabe a ciencia cierta, ¿cómo
funciona esta maravillosa habilidad? Pero: todos la poseen.
Los resultados de
este método, ¡son sorprendentes! el problema más intrincado, se aclara y al despertar: uno sabe la respuesta. Hay quién
dice, que liberamos el cerebro, de la carga emocional y lo dejamos trabajar.
Otros más esotéricos opinan; que el Yo (alma), se libera y busca la respuesta,
en el inconsciente colectivo.
Todo un
comentario merece el concepto: “El espíritu nos ayuda en nuestra debilidad,
porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el espíritu mismo intercede
por nosotros con gemidos que no puede expresarse con palabras”(Pablo 8:26-27). Lo
que obviamente es una forma de resolver cuestiones aún más profundas, dejando
al cerebro como simple receptor de los conceptos.
Parece pues, que
nuestro órgano del pensamiento, se satura y no resuelve. Edgar Tolle, autor del
libro “el poder del ahora”, lo plasma en su obra. Nos dice que utilizamos mal
el cerebro, siempre estamos en el pasado o futuro, y bloqueamos el presente, lo
que nos hace ineficientes: a la felicidad.
Claro que la razón,
como facultad intelectual, nos ha dado a los humanos un inmenso poder. De hecho
toda la educación formal, se basa en el desarrollo de las habilidades del
cerebro. Hasta ahí está todo bien, pero ¿por qué no usamos otras facultades?
que podemos llamar: del alma.
En conclusión, claro que todos poseemos la habilidad, de consultar con la almohada. No sabemos utilizar el cerebro, y : nos bloqueamos. El caso es simple; para
acceder a una mayor sabiduría, debemos dejar actuar al; subconsciente, alma,
inconsciente colectivo, o como le queramos llamar. Hay que darle su tiempo, y dejar la mente en
paz (como dicen los budistas Zen). Y con ello, podemos acceder a la sabiduría “profunda”, una gran herramienta, que está al alcance ¡de todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario